Qué sería si no fuera yo, como pregunta:
Si en mi alma no existieran
Las ganas confabuladas con la necedad,
Si mis ganas no albergaran ese sexo salvaje entre los sueños y la realidad.
Si la realidad comprendiera los más acariciados sueños,
Quizás si todo eso alcanzara la madurez que todos exigen
¿Quién sería yo rendida?
¿Quién sería yo resignada?
¿De quién sería la boca que te besa, estando callada?
Recordaría acaso los prejuicios
Me acostaría en esa misma cama frustrada,
Despertaría sin un propósito
Sin la lucha dura del arduo vivir,
Entonces, ¿a propósito? ... lo pediría todo,
Mendigaría el amor, el dinero y la comida,
¿Dónde dormirían mis anhelos sino en la misma cama?
Ahí donde anidan las ganas y la necedad,
El sexo ardiente sueños versus realidad
La libertad por siempre
La boca abierta y siempre misma yo.
Riveigar
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