En estos tiempos el mundo necesita escuchar, ha dicho suficiente ya... lo único que no pasa es el amor, que se pudre luego en el rincón de la refrigeradora, y se droga con el smog. En estos tiempos el mundo tiene la necesidad de escuchar, y la música se come las letras, y la gente no para de hablar... y no cesa de hablar, y no sabe escuchar. Las mil y un versiones del mundo, los mil y un contrarios de las verdades, los mil y un sujetos de la "verdad absoluta", la fe queriendo limpiar su nombre, la fe, queriendo trascender de ser un concepto, la verdad a costa del criterio, el criterio censurado y confuso. Entonces, de nuevo el amor... lo que nunca pasa.