Madrugada

Te amo a esa hora,
cuando el sol batalla por romper
la intensa oscuridad
que alberga la soledad.

Te amo a esa hora,
cuando el sonido de la aurora
silba en mis oídos
y zumba con sonetos mi ardiente corazón.

Te amo a esa hora,
todos los días.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi amigo el Indio, el que no existe, al que lo hicieron Indio:

Semillas de Girasol:

Tú, girasoles, un gato, una taza de té, un escritorio...