Puesto que aquí estoy yo:
¿Recuérdas? (Me digo a mi misma)
Cuando la pereza no vencía el incesante sonido del interior.
Cuando había tanto que decir,
Que escribir era imperante.
Entonces un día:
Todo murió.
Recordé pues,
El murmullo paciente del tiempo
Y lo que le sucede al adiós.
Comentarios