María Riveiro

Esta noche, aunque no es mía, precisa que te diga todo lo que alberga mi incesante espíritu, y jadeante como un animal que destila sangre, quiere retenerte, protegerte y resguardarte de la furia de mi ser cuando ama, Porque puedo aparecer a los pies de tu cama, Y arrancarte el corazón a mordidas.

En estos tiempos el mundo necesita escuchar, ha dicho suficiente ya... lo único que no pasa es el amor, que se pudre luego en el rincón de la refrigeradora, y se droga con el smog. En estos tiempos el mundo tiene la necesidad de escuchar, y la música se come las letras, y la gente no para de hablar... y no cesa de hablar, y no sabe escuchar. Las mil y un versiones del mundo, los mil y un contrarios de las verdades, los mil y un sujetos de la "verdad absoluta", la fe queriendo limpiar su nombre, la fe, queriendo trascender de ser un concepto, la verdad a costa del criterio, el criterio censurado y confuso. Entonces, de nuevo el amor... lo que nunca pasa.

¿Recuérdas? (Me digo a mi misma) Cuando la pereza no vencía el incesante sonido del interior. Cuando había tanto que decir, Que escribir era imperante. Entonces un día: Todo murió. Recordé pues, El murmullo paciente del tiempo Y lo que le sucede al adiós.

Todas las respiraciones aproximándose, exprimiendo las ganas con toda la potencia, con todo el instinto que no sabe pensar, alborotan los latidos de un corazón, que no sabe qué es latir. ¿dudas? ¿quién duda no sintiéndose errado? ¿quién duda no temiendo nada? ¿o temiéndolo todo? y gustando de temer, y gustando de tomar el riesgo. ¿cómo se camina con un par de zapatos por el sendero correcto? ¿dónde dejé mis zapatos? ¿Cuál es el camino correcto? yo quiero ir por "aquí". Alguna vez se detesta y se sufre con toda el alma, y se hace tu propia dignidad la fiel promesa de no volver a sufrir. así se pasa el tiempo, dejándose querer, más no amar, tocando, más no dejándose tocar, permitiéndose ilusiones hasta el éxtasis, pero ÚNICAMENTE momentáneas, siendo pasajero e irse antes de hacerse lugar, así he estado yo. Succionando todo a mi alrededor. Luego, se siente algo que te llena y el miedo a acogerlo, se reduce más bien a ilusiones, todos los fragmentos ...