DIAMANTE PERDIDO:

A menudo no es lo mismo que por momentos,
a veces no es lo mismo que casi no
nunca no es lo mismo a siempre,
ayer no volverá.

Volver no es lo mismo a quédate,
olvidarte no es lo mismo a no recordar.

Lo que temo de la muerte es no volverte a encontrar,
y lo que amo de pensar en el cielo es que me perdonarás,
en fin, temo del infierno
vivir sin ti.
Lo que este presente es.

No le temo a la noche
que me hace delirar,
en este cielo drogado por la contaminación,
brilla en el fondo de mi alma
crece cierta obstinación,
cierta ilusión,
un diamante perdido;
hay voces,
tal vez deba decírtelo en el idioma de las flautas y las aves,
porque pueden oírnos.
Las mismas voces de antes,
la misma campana,
misma iglesia,
mismo campanario.

Hay afuera mucha bulla,
debo gritarte porque estás perdido,
afuera hay mucho frío mi amor
toma esta cobija,
no puedo llegar a ti, porque me han atado los pies,
pero te la lanzo,
cruza el muro.


Es la situación,
el poder de las cosas,
la justicia, la venda y la balanza,
es el imán de la vida y su origen,
es mi corazón, mis entrañas, mis huesos,
la inspiración, y el fracaso
buscando en el fondo de mi alma
cierto algo:
mi diamante perdido.







Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi amigo el Indio, el que no existe, al que lo hicieron Indio:

Semillas de Girasol:

Tú, girasoles, un gato, una taza de té, un escritorio...