María Riveiro

Me he buscado en libros, en novelas románticas, en canciones de melancolía, en las manchas de mi frustración, en los parches de mi corazón, en las notas desentonadas, que solo musita mi interior: mi nombre a medias, a medias el tuyo... Me he buscado en lo más hondo, y he llegado a pensar que soy una ilusión de alguien a quien decimos Dios, aún no me encuentro. Y me busco en la dispersión que aflora cromosomas de todos mis antepasados, con cada gesto, cada grito desesperado por encontrarme, y nada, solo musita mi interior: mi nombre a medias, a medias el tuyo. Estoy cansada, el andar a dónde lleva, a esa nada que tiene una barrera ininteligible, ¿cuál sentido con Dios la existencia? ¿cuál sin él? Muchos, nada... Muchos a la fe, nada a la determinación...

He tenido amoríos informales más sinceros, más limpios, que muchos años formales, estúpidos y vacíos. He tenido dudas más perennes que mis devociones intangibles que purificarme pretenden. He sido más honesta en el error de amar a la persona con la que no tenía  intención alguna de dar lo que pensaba que ya no podía. He escrito miles de palabras, muchas sin sentido, muchas sin destino ni destinatario, he estado mucho tiempo pensando en lo mismo, y cuando quiero decirlo resulta ser nada. Los días transcurrían siempre casi del mismo modo

Hace dos días que puedo escribir, aquí en el mismo lugar sigo, no cambia mucho, sólo el clima, ahora es que lo he entendido, las personas cambian, tú y yo cambiamos, y nos diluimos al conocer la realidad, éramos dos almas perdidas comiéndose entre sí... Hace dos días sentí como bullía la energía incansable de la emoción, y cada vez que escucho esa canción los acordes de la guitarra, el tono melancólico, y deprimente similar al tono de tu voz, si miro a la derecha, estoy en esta misma computadora, veo las montañas semi azul con gris al horizonte, y me siento tan diferente a años atrás. Ahora es que lo entiendo, todo lo que cambia alrededor es consecuencia de nuestras manos... Lo que queda de la sombra y la penumbra es el sonido distante de dos maullidos perdidos con silueta humana.