EXILIO:
La absurda aflicción
que se aburre de pensar
y y se reprime.
El dolor de la impotencia,
los celos sin solvencia,
los labios deshidratados,
el amor equivocado,
la historia perfecta para ejemplo en los juzgados.
La ruina y la pobreza,
sus labios que murmuran y no rezan,
el pecado de la hipocresía,
fingiendo con la boca que besa.
Los residuos de las ganas que
invitan a desnudar la novedad,
nos tapamos con sábanas de una cama ajena,
condenados eternamente al exilio...
Bebemos la leche pasada en pocillos
y con los sueños surcidos,
somos admirables personajes
que del dolor aprendimos,
¡cuánto nos dolió diluirnos!
¡Ah! hace tiempo que nos fuimos.
A las ganas, llegó el cariño,
lo que en aquélla patria
hubiese sido un niño.
Riveigar
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