Una pintura confusa:

Cómo empezar a escribirlo...

Emerges de un mundo perdido en mi mente,
y ya no siento el dolor,
sólo escucho dos maullidos
con voces lejanas, perdidos en otros tejados.

Un par de botas corriendo por diferente dirección,
un nudo en la garganta,
harta de haber dicho "todo ya".
y ese "todo ya" tortura.

Cargar las fiebres en mi espalda ya no
es más mi peso,
la ausencia de eso peso se extraña.
Sólo eso hace falta.

Los ecos de unas voces ya perdidas,
en la inmensidad del pasado,
espejo de mi ser que...
ya ha perdonado,
qué olvidó,
todo cuánto debía recordar.                                                  RIVEIGAR

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