Tras la fachada:

Tus manos estaban llenas de cal,
estabas agachado lavándote con thinner,
mientras de música tenías la propaganda política,
a lo lejos me sonreíste con tu rostro
tímido, noble y alegre,
yo vi tu cabello empolvado,
desde lejos olí tu cansancio.

Esa es tu verdadera existencia,
no esa basura de propaganda “vendesueños”
que es pura apariencia,
toda fachada
que esconde el mal concepto de un líder
por uno “uñas largas”
Y un “corazón podrido”.

Qué tal Mario, te saludé,
Y te sonreí con cariño.

Riveigar

Comentarios

Entradas populares de este blog

Llorando letras:

Nueve meses por Nicole

Mi día presente