Han pasado demasiados días, meses, demasiado tiempo, tanto, que ni siquiera recuerdo cuando fue el último día que pude escribir, ni el motivo, ni nada de ese día. Un día al mes, no ha hecho efecto en mí, las personas van y vienen, han transcurrido con frialdad por mi vida. Entonces escucho: la música de mi interior que suena como un concierto gacho como un carnaval improvisado, como una fiesta de disfraces ilógica. Y es extraño, me comporto diferente, pero no me siento perdida últimamente, simplemente no tengo ningún ritmo, no puedo describir la niebla de anoche, tampoco mi estado anímico, ni las emociones, ¿qué emociones? Estoy por ahí quizás, encontrándome...